‘Blue Valentine’, una historia… ¿de amor?
Entretenimiento 25 Marzo 2011, 9:44 PM ‘Blue Valentine’, una historia… ¿de amor? LA HISTORIA QUE NARRA EL FILME COMIENZA DE MANERA UN TANTO INCIERTA PERO DERIVA, SIN PAUSA, A UN CLÍMAX DE ABSOLUTA AMARGURA
Porque todos los años, todos, nos siguen llegando las acostumbradas comedias románticas, algunas, las menos, excelentes, otras tan de rutina que se nos atrabancan y no las podemos terminar (ejemplo rápido para que comprendan mejor: otra que vimos esta misma noche de jueves).
Por otra parte, también aparecen en nuestras salas algunas películas que enfocan el problema del amor dentro del matrimonio, o sea, lo que sucede entre marido y mujer, con los hijos si los tienen, etc. Y, de esas, que son mucho más escasas, y precisamente porque no es lo acostumbrado, porque no es el plato apetecido por las grandes mayorías, entonces sí surgen excelentes películas.
Y hoy podemos recomendarles una de esas “rara avis”: “Blue Valentine”.
Podrán decir que, a través de sus 112 minutos, este filme, que tiene dirección y colaboración en el guión del joven Derek Cianfrance, ofrece asomos de comedia.
Pero, eso sí, asomos. Porque, hablando en términos generales, esta historia comienza de manera un tanto incierta pero va derivando sin pausa hacia un clímax de absoluta amargura, algo que nos hiere y sacude porque, como espectadores, como seres humanos y dejando de lado el oficio de la crítica, tenemos siempre o casi siempre la tendencia a desear que los problemas entre seres que nos caen simpáticos se resuelvan de la mejor manera.
O sea, que el amor impere por sobre todas las cosas. Por desgracia, la vida, nuestras vidas, no pueden ser siempre dechados de felicidad.
Y las de Dean y Cindy, los personajes centrales de esta historia, están muy apegados a la realidad de todos los días y todas las sociedades.
Este film tiene que ser visto con sumo tiento y no porque su argumento sea una exposición recargada de intrincados problemas sicológicos, sino porque Cianfrance utiliza una puesta en escena en la que los tiempos y los espacios se alternan continuamente y, como entre el inicio del relato de esta pareja y el final apenas pasan unos 5 ó 6 años, y como no hay mucho apoyo de otros personajes para dilucidar épocas y lugares, entonces es preciso buscar las peculiaridades físicas mínimas, sobre todo en Dean: la del cabello bien peinado cuando joven, exhibiendo entradas y espejuelos al paso de los años.
Pero lo importante es cómo se nos va mostrando el carácter de los personajes, muy en especial el de Dean, que acusa una gran falta de seguridad en sí mismo y, aparte, una extremada, evidente dificultad para entregarse al amor de una manera plena y normal, y esas características repercuten en Cindy, más preparada profesionalmente, detalle que es, precisamente, una de las causas de la descomposición, del resquebrajamiento del comportamiento del marido. O sea, no tenemos duda alguna de que Dean ama a Cindy, de que ella le ama a él, de que ambos aman a su pequeña hija, pero nada de ello es suficiente como para lograr la estabilidad emocional de la pareja, que se derrumba por el lado de Dean.
Duro, amargo enfoque el de Cianfrance, serio, apasionado y seguro que, para su suerte, cuenta con una pareja protagónica formidable: Michelle Williams, una perfecta atormentada Cindy, Ryan Gosling, un excelente, desquiciado Dean, una pareja que luce perfectamente equilibrada, brillante desde el punto de vista histriónico.
En otras palabras, que olvide las mojigangas y vea ésta, que es cine de verdad.
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